No, no intentes disculparte, no juegues a insistir, las excusas ya existían antes de ti. No, no me mires como antes, no hables en plural. La retórica es tu arma más letal.Voy a pedirte que no vuelvas más, siento que me dueles todavía aquí. Adentro. Y que a tu edad sepas bien lo que es, romperle el corazón a alguien así.
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