Alejandro D filósofo del siglo pasado afirmó que todo lo que hacemos en la vida, lo hacemos para seducir. Seducir a alguien es lograr que desee, lo que uno quiere que desee.Seducir es insentivar, estimular, provocar el deseo en el otro. Muchos esperan en silcencio detectar una señal en el ser amado, esperan ser deseados. A otros lo que lo seduce es sentirse deseados. A otros nos seduce lo opuesto, sentirse no deseados. A otros les seduce lo prohibido, lo imposible, lo que no pueden tener. ¿Existe una sola manera de seducir? ¿Es posible seduicir a alguien que no nos desea? ¿Alcanza con la seducción para el amor? Si se desea lo que no se tiene; cuando se tiene, ¿se sigue deseando? ¿tendrán algún efecto las técnicas de seducción? "Todo un tema el de la seducción… ¿nunca te pasó que no sabés como hacer para que la otra persona se de cuenta de lo que te pasa sin hechar a perder esa relación?”… Para seducir hay que tener la paciencia del pescador; saber esperar el momento exacto. Yo creo, que tal vez la mejor técnica sea no tener técnicas… pero guiándonos a través de la intuición seguramente sea más fácil que a través de la razón. Tanto especular, le juega en contra a la seducción. La intuición, en cambio, nos abre nuevas puertas, nos da nuevas llaves.Uno pretende que sueñen con nosotros, queremos ser el único en la vida del otro, pero sólo se puede aspirar a ser el elegido. Seducir tiene sus vueltas; a veces, el amor muere cuando damos nuestro amor por sentado, y renace cuando sienten que pueden perderlo. Nos preocupa mucho que no halla terceros dando vueltas, pero a veces, esos terceros, ayudan a la seducción, la encienden. El mayor riesgo de un seductor, es caer seducido; ahí se vuelve torpe, predecible. El riesgo de un seducido, es su inseguridad, que puede llevarlo a cometer ciertas torpezas… Uno no sabe por qué ama, ni por que es amado. Seducir tal vez sea simplemete ayudar un poquito a esa magia que ocurre, sin que sepamos bien cómo ocurre, ni por qué.
martes, 16 de junio de 2009
Alejandro D filósofo del siglo pasado afirmó que todo lo que hacemos en la vida, lo hacemos para seducir. Seducir a alguien es lograr que desee, lo que uno quiere que desee.Seducir es insentivar, estimular, provocar el deseo en el otro. Muchos esperan en silcencio detectar una señal en el ser amado, esperan ser deseados. A otros lo que lo seduce es sentirse deseados. A otros nos seduce lo opuesto, sentirse no deseados. A otros les seduce lo prohibido, lo imposible, lo que no pueden tener. ¿Existe una sola manera de seducir? ¿Es posible seduicir a alguien que no nos desea? ¿Alcanza con la seducción para el amor? Si se desea lo que no se tiene; cuando se tiene, ¿se sigue deseando? ¿tendrán algún efecto las técnicas de seducción? "Todo un tema el de la seducción… ¿nunca te pasó que no sabés como hacer para que la otra persona se de cuenta de lo que te pasa sin hechar a perder esa relación?”… Para seducir hay que tener la paciencia del pescador; saber esperar el momento exacto. Yo creo, que tal vez la mejor técnica sea no tener técnicas… pero guiándonos a través de la intuición seguramente sea más fácil que a través de la razón. Tanto especular, le juega en contra a la seducción. La intuición, en cambio, nos abre nuevas puertas, nos da nuevas llaves.Uno pretende que sueñen con nosotros, queremos ser el único en la vida del otro, pero sólo se puede aspirar a ser el elegido. Seducir tiene sus vueltas; a veces, el amor muere cuando damos nuestro amor por sentado, y renace cuando sienten que pueden perderlo. Nos preocupa mucho que no halla terceros dando vueltas, pero a veces, esos terceros, ayudan a la seducción, la encienden. El mayor riesgo de un seductor, es caer seducido; ahí se vuelve torpe, predecible. El riesgo de un seducido, es su inseguridad, que puede llevarlo a cometer ciertas torpezas… Uno no sabe por qué ama, ni por que es amado. Seducir tal vez sea simplemete ayudar un poquito a esa magia que ocurre, sin que sepamos bien cómo ocurre, ni por qué.
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