jueves, 24 de septiembre de 2009
Fuimos mucho más que nada, fuimos la mentira. Fuimos lo peor. Fuimos los soldados a la madrugada, con esta ambición. Y ahora estoy en libertad, y ahora que puedo pensar en no volver hacer ese, el mismo de antes. Y que tristeza hay en la ciudad, amor, sábado soleado. Y en el centro de la estatua del dolor, me sentí parado. Fuimos muchos más que todos, Reyes de la noche, de esta tempestad. Si te vendí, si te robe, te traicione, fue por uno más. Fuimos perros de la noche, oxidados en tristeza. Y querer lo que querer, sin tener que lastimar. Recordando que tu amor se robo la dignidad. Ahora olvidemos los dos, no volvamos a empezar, ¿para que?
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